El ayurveda nos ofrece una oportunidad maravillosa para aprender a observar, conocer y acompañar a los niños y niñas en su desarrollo de acuerdo a quiénes son, es decir, de acuerdo a su naturaleza. ¡Qué distintas serían nuestras vidas si desde pequeños sabemos cuál es nuestra constitución (vata, pitta, kapha) y aprendemos a darnos lo que necesitamos o bien aprendemos a reconocer aquello que nos desequilibra! Hoy sabemos que hay niños que requerirán que les enseñemos especialmente a calmar su mente, otros a regular su intensidad y otros a activarse y moverse por ejemplo, ya que esas prácticas marcarán una importante diferencia en el desarrollo de su personalidad y el despliegue de sus competencias.